Proyecto Brainstorm (1983), pelicula de ciencia ficcion con Christopher Walken (Michael Brace), Natalie Wood (Karen Brace), Louise Fletcher (Lillian Reynolds), Cliff Robertson (Alex Terson), Joe Dorsey (Hal Abramson), dirigida por Douglas Trumbull, es la historia de dos cientificos, Michael Brace y Lillian Reynolds que se encuentran desarrollando un dispositivo para captar ondas cerebrales.
El aparato sirve para que un emisor pueda transmitir la totalidad de las sensaciones de su cerebro a otra persona, así como para grabar recuerdos, e incluso para el aprendizaje acelerado. El dispositivo resulta ser un éxito, pero el jefe de la corporación que lo desarrolla ha decidido llamar a los militares, quienes comienzan a experimentar con una versión paralela. Esta situación provoca graves conflictos internos en el grupo de científicos, y las presiones llevan a que Lillian Reynolds sufra un mortal ataque cardíaco.
Pero antes de morir Lillian ha utilizado el aparato; y ahora Michael Brace se encuentra obsesionado con revisar dicha grabación, la que contiene las experiencias cerebrales de la doctora después de su muerte.
La ciencia ficcion ha recurrido muchas veces a peliculas y series ( The Outer Limits de 1963-Factor Humano- y Viaje a las Estrellas Original 1966/69- El cerebro de Spock-) donde con dispositivos distintos se pueden leer los pensamientos de otras personas, como asi tambien transmitir los conocimientos.
Ahora bien, científicos japoneses han conseguido una interfaz para transmitir órdenes mentalmente a un dispositivo electrónico, en este caso al conocido robot Asimo. Dicha interfaz consiste en un casco que contiene múltiples electrodos y que es capaz de detectar ondas cerebrales y traducirlas a órdenes básicas. Así el robot mueve un brazo o el otro, las dos piernas o la boca, respondiendo a los pensamientos del portador del casco.
Así lo demuestra el último avance tecnológico presentado por las empresas japonesas Honda y Shimadzu: el Interfaz Cerebro-Máquina (Brain-Machine Interface o BMI), con la que por primera vez el usuario puede dar órdenes a un robot sólo con el pensamiento... y un casco.
De momento, el robot sólo es capaz de leer cuatro órdenes emitidas por la mente humana, relativas a cuatro movimientos diferentes: mover la mano izquierda, la derecha, los dos pies o la boca. Pero los promotores esperan que en el futuro puedan ampliarse las aplicaciones.
"Esto puede revolucionar el mundo de la neurociencia", dijo Yasuhisa Arai, director de Investigación y Desarrollo (I+D) de Honda y responsable del desarrollo del BMI junto al fabricante de tecnología Shimadzu.
La tecnología tiene dos puntos clave: un dispositivo de extracción de la información del cerebro y, lo que según los ingenieros es la parte más complicada, la identificación de las diferentes órdenes cerebrales.
Los resultados parecen muy simples, pero no cabe duda de que es el inicio de algo que pronto nos sorprenderá y podremos volver a decir eso de.......
"A veces la realidad supera a la ficción”.
"End of transmission".
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