En este recorrido por la ciencia ficción que después, parte de la misma se hizo realidad, llegamos al año 1968, justo un año antes de que el hombre pisara por primera vez la Luna, ese año un 18 de Abril aquí en Argentina, se estrena la película " 2001 Una Odisea Espacial " con dirección del genial Stanley Kubrick y con guión ( cambiado por Kubrick en varias partes ) de ese genio científico y novelista Arthur C. Clarke, basado en su libro " El Centinela ". Esta película fué para mi que todavía no había cumplido 14 años y nunca había leido a Nietzsche ( ya vamos a saber porqué en la parte 2 ) un antes y un después, y cambiando la frase de Neil Amstrong cuando pisó la Luna, podemos decir que fué " un pequeño paso cinematográfico, pero un gran salto para la ciencia ficción ". Es verdad, después de esta película, nada fue igual en los guiones cinematográficos y series con el tema espacial, y mucho menos para mí, que venía nutriéndome de la ciencia ficción desde los ocho años, y esta película fué una bisagra en mi aprendizaje científico.
El guión de 2001 presenta dos tramas: una principal y otra secundaria. La trama principal narra historia de la evolución humana a lo largo de
varios millones de años; una evolución que en la película es dirigida
por algún tipo de inteligencia extraterrestre cuya naturaleza no se
especifica en ningún momento. El instrumento que esta inteligencia
utiliza para “manipular” a la raza humana es el célebre monolito negro.
Aparecen cuatro monolitos a lo largo del film, con funciones distintas
cada vez. La segunda trama es la historia del computador que maneja la nave espacial Discovery, HAL 9000, y su rebelión
frente a sus creadores. Esta subtrama gira también en torno al concepto
de la evolución y la inteligencia.
Las dos tramas paralelas de 2001
giran entonces en torno al tema de la inteligencia. La película llega a algunas
conclusiones claras. Por ejemplo, la idea de que es la inteligencia lo
que nos hace humanos. En 2001, inteligencia y humanidad son
términos equivalentes. Eso no significa que el concepto “humanidad” sea
contemplado con benevolencia: de hecho el film hace continuo hincapié
sobre nuestras imperfecciones, incluso a través de las imperfecciones de
HAL —que no es propiamente humano pero sí una representación de lo que
la humanidad significa— y la condición defectuosa del hombre es
subrayada más todavía por la angelical perfección del Niño de las
Estrellas, en la parte final de la película.
Lo que 2001 nos dice es que somos
humanos porque somos inteligentes, que la inteligencia es no sólo
nuestra característica constituyente sino también nuestra principal
herramienta, y que deberíamos intentar encontrar el mejor uso posible
para dicha inteligencia.
Kubrick concibió
‘2001: Una Odisea del Espacio’ como una experiencia
visual que trascendiera las limitaciones del lenguaje, por lo que él dijo: "2001
es una experiencia no verbal: de dos horas y 19 minutos de
película, sólo hay un poco menos de 40 minutos
de diálogo. Traté de crear una experiencia visual
que trascendiera las limitaciones del lenguaje y penetrara
directamente en el subconsciente con su carga emotiva y filosófica.
Quise que la película fuera una experiencia intensamente
subjetiva que alcanzara al espectador a un nivel interno de
conciencia como lo hace la música".
Y vaya que puso música para nuestros oídos, en el instante en que comienza a sonar el preludio
de ‘Así Habló
Zaratustra’, de Richard Strauss, cuando se produce
la alineación de los tres cuerpos celestes (Tierra,
Luna y Júpiter) y cuando el astronauta Dave
Bowman (Keir Dullea), a su vez, se convierte en feto
del niño de las estrellas al final del film, además de El
Danubio Azul’, de Johann Strauss II; del Adagio
del ‘Gayane Ballet Suite’, de
Aram Khatchaturian; y del ‘Lux Aeterna’,
de György Ligeti; entre otras.
Así como la película "El Planeta Prohibido", estaba relacionada con "La Tempestad" de William Shakespeare, ‘2001: Una Odisea del Espacio’
está relacionada con el famoso poema homérico de la Odisea, pués
queda de manifiesto en su propio título, pero hay muchos
más detalles que apuntan en esa dirección. Bowman,
el Arquero, es un personaje de ‘La Odisea’,
y además lee durante su singladura este clásico
imperecedero. El ojo rojo de HAL 9000 es el ojo del cíclope,
que todo lo observa. La nave Discovery es como el bajel en el que
Ulises surca los mares persiguiendo el sueño de Ítaca.
Gracias a 2001, y lejos de perpetuarse como un coto privado de fans, la ciencia ficción devino
en campo abonado a la filosofía. Por fin la ciencia
ficción había alcanzado su madurez.
"Sois
libres de especular acerca del significado filosófico
y alegórico de 2001".Stanley Kubrick
"End of transmission".
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