Su tema trata de un satélite militar norteamericano que cae en Piedmont, Nuevo México, pero el operativo de rescate descubre que todos los habitantes del pueblo han muerto. Un comité de investigadores, liderados por el Dr. Jeremy Stone( Arthur Hill ), es enviado a obtener el satélite y muestras del terreno con tal de descubrir las causas. En pleno proceso encuentran a un bebé y a un anciano como los únicos sobrevivientes de la masacre. Los mismos, junto con el dispositivo, son enviados a un laboratorio subterráneo ultrasecreto en el desierto de Nevada, donde investigarán el suceso. La causa probable es que el satélite haya regresado a la Tierra contaminado con algún virus del espacio exterior. Pero en el laboratorio la investigación obtendrá estremecedoras noticias: que el virus - denominado Andrómeda - tiene estructura similar al de los cristales y que muta en proporciones grométricas en cuestión de segundos. Siendo letal para la mayoría de humanos, resulta cuestión de tiempo que la epidemia de Piedmont termine por expandirse - a causa de los vientos - al resto de Norteamérica y del mundo.
La Amenaza de Andrómeda, en realidad hay poco de ciencia ficción: todo el escenario es completamente plausible y realista. No hay sociedades alternativas, naves espaciales, monstruos siderales o sucesos increíbles. Uno percibe a lo largo del film que todo el montaje gubernamental descripto debe realmente existir - instalaciones ultrasecretas de investigación avanzada, preparadas para lidiar con amenazas bacteriológicas desconocidas -. El único elemento de sci fi es la presencia del virus, que es una forma de vida alienígena mutante y con estructura desconocida. Es una película paranoica en extremo. Aún antes de llegar a la investigación del virus - que se produce muy avanzado el tiempo de proyección -, todo el clima es de urgencia y medidas extremas. El laboratorio, si tiene una brecha de seguridad, activará automáticamente una bomba atómica. El pueblo será desinfectado con otro bombardeo nuclear. Los científicos pasan 16 horas para llegar desde la superficie al nivel más profundo de las instalaciones, después de decenas de procesos antisépticos, análisis y períodos de observación. El paso a cada etapa supone quemar los uniformes usados en el nivel anterior. Y cada nivel subterráneo se ve más claustrofóbico que el anterior.
El interés no decae demasiado con el comienzo de la investigación del virus, gracias a la experta dirección de Robert Wise. Wise camufla bastante bien los problemas del guión - la investigación de Andrómeda en realidad es bastante simple y dura unos pocos días; si uno considera cómo funciona en realidad las investigaciones científicas y médicas, bien podrían haber estado años buscando la naturaleza y el antídoto -.
La teoría de la panspermia predice que virus y bacterias extraterrestres pueden haber llegado a la Tierra desde su formación y contribuído a crear vida o a exterminarla.
Ahora, los creyentes de la Teoría de la Conspiración, en el caso del virus H1N1 creen que el virus fue producido en un laboratorio y apuntan a Fort Detrick, Maryland, centro del programa de armas biológicas de Estados Unidos de 1943 a 1969. Existen informes del General Accounting Office sobre la realización de experimentos con sustancias peligrosas en humanos. Los conspiracionistas dicen que el centro, que cerró en 1969 y ahora es una base que conduce investigación biomédica, aún opera produciendo armas biológicas. Según está teoría en este laboratorio se produjo el virus del SIDA, el Ebola y hasta el Antrhax y se tienen granjas de animales con los cuales se experimenta el desarrollo de nuevos virus.
"Duda siempre de ti mismo, hasta que los datos no dejen lugar a dudas". Louis Pasteur
" End of transmission"